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Escrito por Redaccion Los 7 Rayos
En este artículo, encontrará otra perspectiva sobre la belleza. Nos referiremos tanto a la verdadera belleza de una persona, así como la belleza que nos rodea.
Una definición de belleza puede ser:
La cualidad de una persona o cosa que da placer a los sentidos o exalta la mente y el espíritu
Sin embargo, la belleza ha variado con el tiempo, dependiendo de las diferentes percepciones del mundo.
La belleza se ha definido de muchas maneras, pero lo que es, con mucho, lo más sorprendente es que la belleza se encuentra en la imperfección: una cosa hermosa nunca es perfecta. También se encuentra en la simplicidad: las cosas simples son especiales. La belleza se encuentra cada vez que estamos en un estado de felicidad, lo que significa que la alegría y la paz interior nos ayudan a ver la belleza que nos rodea. Por lo tanto, se dice que la belleza está en los ojos del espectador.
La belleza que nos rodea
Las imágenes y los momentos que nos inspiran, de hecho, representan la notable atracción de nuestras almas. Cuando nos sentimos libres, vemos el mundo con otros ojos.
Se trata de esos momentos en los que nos sentimos en la vida, aunque este elemento sea inherente, a veces no lo es.
La belleza a menudo se distorsiona o se malinterpreta, nos esforzamos constantemente por lograrla, en lugar de centrarnos en nuestro estado de ánimo. Si no estás en paz y feliz, nada a tu alrededor se verá hermoso. Descubriremos la verdadera belleza en nuestros momentos más felices.
Están esos momentos sencillos, pero llenos de emoción, como cuando:
- alguien te mira con respeto y admiración;
- te enamoras de personas y lugares;
- alcanzas una meta por la que trabajaste duro, para lograrlo.
¿Alguna vez ha recibido mensajes que le tocaron el corazón?
¿Alguna vez has mirado a alguien a los ojos y has descubierto un universo completamente nuevo?
¿Alguna vez has estado en la cima de una montaña y te has dado cuenta de lo pequeño que eres?
¿Alguna vez has escuchado con los ojos cerrados el sonido de la lluvia cayendo sobre un techo de hojalata?
¿Has tenido momentos maravillosos con personas que te hicieron reír de modo que cuando piensas en ellos, sientes que los estás viviendo de nuevo?
¿Cómo describirías la belleza?
La verdadera belleza de una persona.
La belleza no se trata solo de atracción física. Lo que hace que la belleza sea completa es que el interior es tan hermoso, o incluso más, que el exterior.
¿Alguna vez has conocido a personas que te hayan fascinado con su belleza natural?
Una persona hermosa tiene un brillo especial. La verdadera belleza comienza con un corazón puro, emana calidez, sinceridad y una presencia amorosa. Una persona hermosa es educada, respetuosa y atenta a las necesidades de los demás.
Si muestras belleza interior, la gente te amará de inmediato.
La belleza física no puede ayudarte a crear conexiones emocionales profundas con las personas con las que interactúas, al contrario. Solo esa belleza interior del corazón te conectará con las personas que te rodean y te ayudará a desarrollar relaciones de calidad durante tu viaje por la vida.
Desde una perspectiva social, es importante cuidar la apariencia, la higiene personal y llevar ropa adecuada según la ocasión.
Al mismo tiempo, debemos centrarnos en la dieta, descansar lo suficiente, pero también prestar especial atención al desarrollo personal.
Desde el punto de vista del desarrollo personal, si nos centramos excesivamente en la belleza exterior, perderemos tiempo y energía y ya no nos centraremos en desarrollar nuestra belleza interior. Una persona hermosa por dentro: se aprecia a sí mismo, lo que aumenta enormemente su confianza en sí mismo, y esta autoestima no proviene del orgullo o la arrogancia, sino de los resultados acumulados, obtenidos a través del trabajo, el esfuerzo y la disciplina.
En conclusión, podemos decir que la belleza exterior es importante, pero especialmente cuando se complementa con la belleza interior de una persona. Y, los momentos más bellos de la vida, no son necesariamente los que se preparan en los más mínimos detalles, sino los que realmente se viven.
